Si te apasiona el arte urbano, es probable que alguna vez te hayas preguntado por la historia del graffiti. ¿Cuál es el origen del graffiti?, ¿quién fue su creador?, ¿dónde y por qué surgió? Estas suelen ser algunas de las preguntas habituales que todo grafitero se hace, así como aquel que empieza a interesarse por la historia del grafiti.
En este artículo recopilamos 4 detalles que conviene recordar.
¡Vamos a verlos!
¿Qué es un graffiti?
La Real Academia de la Lengua Española define el grafiti como “firma, texto o composición pictórica que se deja en el espacio público, normalmente sin autorización”. Sin embargo, el grafiti existía mucho antes de que hubiese una palabra para nombrarlo.
Los primitivos trazos del homo sapiens en las cavernas son una buena muestra de ello, como dijo el artista urbano Blek le Rat “el primer stencil que se hizo en el mundo fue una mano en las cavernas”.
La historia del grafiti es muy diversa, cada grafiti tiene su propia historia y cada grafitero o writer le da vida de múltiples formas.
Los romanos, expertos grafiteros
Los romanos eran aficionados al grafiti y dejaron muestras de ello en todos los lugares a los que llegaron los soldados de su imperio. Podemos encontrar grafitis en el Domus Aurea del emperador Nerón en Roma o en la mansión de Adriano en Tivoli. Sin embargo, el ejemplo por excelencia son los restos encontrados en la ciudad de Pompeya.
Debido a la erupción del Vesubio se pudieron conservar más de 11.000 grafitis que datan del año 70 D.C.
Grafitis que estaban formados por frases sueltas, versos o dibujos. El contenido era curioso, encontramos desde halagos a gladiadores y soldados hasta mensajes en contra o a favor de los candidatos a las elecciones, e, incluso, declaraciones de amor.
Filadelfia y Nueva York, el inicio del grafiti moderno
En los años 60 comienza la historia del grafiti moderno.
Este fenómeno se originó en Filadelfia cuando un joven adolescente llamado Darryl McCray, considerado como el creador del grafiti, bombardeó todos los lugares posibles de Filadelfia con el tag “CornBread”, un apodo que le venía de su época en el reformatorio.
Poco tiempo después, la ciudad de Nueva York se llena de grafitis de un tal Taki 183, un joven mensajero de origen griego llamado Dimitraki.
Este fenómeno se vuelve tan famoso que, en 1971, el New York Times publica un reportaje sobre él. A partir de ese momento, tiene lugar en los Estados Unidos una explosión de grafitis y muchos jóvenes se suman a este movimiento, al encontrar en el arte urbano un medio de expresión de su identidad.
Estos grafiteros se llaman así mismos “writers”, y los números que acompañan su tag son el número de su casa como seña de pertenencia.
En los años 70 el grafiti evolucionará y se hará más complejo, dando lugar a nuevos estilos como el bubble, con Phase 2 a la cabeza, o el wildstyle, donde destacan Tracy 168 y Stay High.
Los años 80, la época de la cultura hip hop
Los años 80 son una época dorada para la historia del grafiti. La cultura hip hop se instala con fuerza, abarcando diversas subculturas, entre ellas el grafiti.
Las galerías de arte comienzan a interesarse por el grafiti. Se inauguran exposiciones sobre el grafiti y los grafiteros comienzan a recibir encargos y cobrar por su arte.
Se produce una distinción entre artistas urbanos, vinculados a sectores más institucionales del arte, como galerías y museos, entre los que destacarán Jean-Michel Basquiat, y Keith Haring, y, los grafiteros propiamente dichos, que, aunque muchos de ellos colaborarán con galerías y artistas urbanos, seguirán pintando en las calles, como es el caso de Crush, Dondi, Futura, Lady Pink, Cope2, Risk y Seen.
Esta época será clave para la documentación del grafiti.
Se realizan dos películas fundamentales para la historia del grafiti, Wild Style (1983) y Style Wars (1983). Por otro lado, la fotoperiodista Martha Cooper dedicará gran parte de su carrera a documentar y retratar este arte urbano y estilo de vida.
El salto a Europa del grafiti
En los años 80 el grafiti comienza a expandirse en las principales ciudades europeas y París se consagrará como la cuna europea del grafiti.
Allí, nos encontramos a artistas urbanos como Blek le Rat, cuyas obras influenciaron a Banksy, y a grafiteras como Miss. Tic o Miss Van, que ponen el foco en el papel de la mujer, tanto en el arte como en la sociedad.
En España, Muelle se establece como el pionero del grafiti en Madrid.
En 1987 realiza su firma definitiva, llegando a crear un estilo propio, conocido como grafiti autóctono madrileño o estilo flechero, alejándose del patrón que marcaba el estilo hip hop de la época. Muelle será uno de los pioneros en la historia del grafiti en España que implantará criterios éticos y estéticos sobre dónde pintar.
El grafiti es un arte efímero, nace y muere constantemente, pero su historia está viva. Desde sus inicios en las cavernas no ha dejado de evolucionar, han aparecido nuevos materiales, se han perfeccionado las técnicas y han surgido distintos estilos artísticos.
En la actualidad nos encontramos grafitis en todos los lugares del planeta.
El grafiti ha alcanzado la categoría de arte y no solamente se limita a los muros, sino que ha conquistado museos y galerías.
Los artistas grafiteros llevan al extremo la experimentación y no paran de sorprendernos.
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